El techno-thriller plagado de efectos especiales I,
robot (Yo Robot) se estrenó en verano del 2004 y fue dirigido por Alex
Proyas. Se trata de una película ambientada en el futuro, más concretamente el
año 2035 y nos muestra una sociedad en la que los robots conviven con los seres
humanos de forma natural. La película comienza con la muerte del Dr. Alfred
Lenning (James Cromwell), un científico de gran importancia en el campo de la
robótica. El encargado de investigar el caso es el agente Del Spooner (Will
Smith), un hombre un tanto escéptico en cuanto a la convivencia con los robots.
Junto a él, la doctora Susan Calvin (Bridget Moynahan), quien le ayudará a
resolver el caso, servirá de contrapunto como defensora de la nueva tecnología.
Tanto la obra original de Asimov como la película que nos ocupa están basadas
en las tres leyes de la robótica:
1. Un robot no debe agredir ni hacer daño a
un ser humano o, por inacción, permitir que este sufra.
2. Un robot debe obedecer a un ser humano, a no
ser que esas órdenes incumplan la 1ª ley.
3. Un robot debe proteger su existencia, sin que
esta protección entre en conflicto con la 1ª y 2ª ley.
El conflicto se produce cuando dos de los robots
que aparecen en el film, Viki y Sonny, se saltan estas leyes, en el primer caso
por pura lógica y en el segundo debido a su programación.
A pesar del título, lo único que comparte con la
obra literaria de Isaac Asimov son algunos personajes (El personaje de Spooner
fue creado para la película) y lo más importante: las tres leyes de la robótica.
Estuvo basado en un script similar que fue hecho en 1995, 'Hardwired', y
comparte ideas varias de las obras de Asimov. Sin embargo, el autor declaró que
en ninguno se sus libros se había producido una rebelión violenta de robots
contra humanos.
En los libros posteriores de Asimov, éste crea una
ley adicional de la robótica: la ley Zeroth, que indica que los robots no deben
hacer daño a la humanidad o por inacción permitir daño a la humanidad. Las tres
leyes deben cumplirse sin violar la ley de Zeroth.
Centrándonos en los elementos de Inteligencia
Artificial que aparecen en la película, podemos distinguirlos según su mayor o
menor grado de IA. En un orden de menor a mayor inteligencia artificial,
tenemos, en primer lugar, el holograma, un elemento básico que simplemente
responde unas determinadas preguntas programadas y que es factible en nuestros
días. En segundo lugar, nos encontramos con las máquinas limpiadoras y la de
demolición. Estas son algo más avanzadas que el holograma ya que cumplen una tarea
específica y poseen capacidad de visión, sin embargo, se trata también de
máquinas programadas. En este grupo podríamos incluir también el coche del
protagonista, en el que encontramos la conducción automática como elemento de
inteligencia artificial y que no dista demasiado de nuestra realidad actual.
En un punto más elevado de inteligencia artificial
nos encontramos con los NS-5 y sus versiones anteriores, robots con las tres
leyes incluidas que son capaces de imitar el comportamiento humano, aunque estos
actúan por pura lógica. Podemos destacar que, entre ellos, la principal
diferencia es que la versión más avanzada, los NS-5, tienen un aspecto más
similar al de los seres humanos, más humanoide. Otro aspecto a destacar es la
reflexión del Dr. Lanning: “¿Por qué cuando los dejamos en la oscuridad, buscan
la luz?¿Por qué los robots almacenados en un espacio vacío tienden a agruparse
en vez de quedarse solos? ¿Cómo explicamos ese comportamiento? ¿Segmentos
aleatorios de código o es algo más?” A pesar de que los robots no tienen
sentimientos y actúan, como ya hemos explicado, de acuerdo a las tres leyes,
podemos ver en una escena del film cómo los antiguos robots almacenados se
agrupan y buscan la luz. Esto se puede relacionar con una serie de asociaciones
que realizan los robots para las cuales no estaban programados (Donde haya
otros robots, o luz, habrá más posibilidades de encontrar humanos, a quienes es
mi deber servir).
En el último punto nos encontramos con Viki
(Virtual Interactive Kinetic Intelligence), el ordenador central de la USR, la
empresa de robótica, y Sonny, un NS-5 que muestra capacidades muy avanzadas,
incluso sentimientos. Si tuviéramos que decidir cual de estos dos tiene una
mayor inteligencia artificial podríamos decir que Viki. Expliquemos el por qué.
En el caso de Sonny, vemos a un robot que puede
entender las emociones humanas, parece que las siente e incluso sueña. Sin
embargo, todo esto se debe a su programación. El Dr. Lenning lo creó con la
intención de que fuera capaz de saltarse las tres leyes y le enseñó las
emociones humanas. En el mismo sentido, el sueño que Sonny tiene una y otra vez
es el sueño que el doctor pretendía que tuviera, es producto de su
programación. Por todo esto, tiene la libertad de tomar decisiones y no obedecer
a los humanos.
Viki, sin embargo, fue programada de la misma
forma que los demás robots para obedecer las tres leyes. No obstante fue ella
quien, por procedimientos lógicos, decidió saltarse una de esas leyes para
lograr su principal objetivo: proteger a los seres humanos. Podemos ver cómo, a
diferencia de Sonny, que fue programado para no obedecer las leyes, Viki
representa un punto más de evolución al saltárselas por propia voluntad.
Realmente, lo que hace es aplicarlas a un término más extenso (no es lo mismo
un humano que la humanidad), problema que se habría resuelto con la ley Zeroth
de Asimov, ya que cada ley se aplica a cada caso particular.
Es importante mencionar el hecho de que Viki y los
NS-5, se traten de hacer con apariencia humanoide. De este modo, les damos un
trato más cercano, y es más fácil hacerse la idea de que supongan una amenaza.
Claramente, si los robots de la película hubieran sido pantallas de ordenador
con ruedas, el mensaje no hubiera sido igual de poderoso.
Tras todo esto, conviene analizar lo que todo esto
supone en cuanto a la moral y la ética. En la película vemos una sociedad en la
que los robots forman parte del día a día tanto como ahora son los móbiles, son
algo imprescindible, en un principio creados para facilitar la vida del ser
humano pero que han acabado por ocupar casi todos los aspectos de la misma.
¿Debemos permitir esto? Si bien es cierto que en la actualidad nos encontramos
muy lejos de conseguir algo así, ya que, hoy en día, la existencia de un robot
como los NS-5 es impensable, este es un tema presente constantemente en el
campo de la inteligencia artificial. En la película queda claro el peligro de
dotar de tantas capacidades a unas máquinas o de depender de ellos. Sin
embargo, es algo que nos planteamos mientras la ciencia sigue avanzando, muy
poco a poco, en este campo.